Los fieles mazatlecos esperan con ansias la llegada de la “semana grande” o semana santa; a tan solo 15 días nos encontramos de la tan esperada celebración de la redención de Cristo, “quien por su infinita misericordia y amor al hombre, decide libremente tomar nuestro lugar y recibir el castigo merecido por nuestros pecados”.
Para esta solemnidad, la Iglesia hace una invitación dirigida a todos sus fieles mazatlecos y a los que no lo son también, para unirse al recogimiento interior, haciendo un alto en las labores cotidianas con el objetivo de contemplar detenidamente el misterio pascual, mostrándonos como fieles activos y no con una actitud pasiva a la fecha, sino con el corazón dispuesto a volver a Dios, “con el ímpetu de lograr un verdadero dolor de nuestros pecados y un sincero propósito de enmienda para corresponder a todas las gracias obtenidas por Jesucristo”; Para los cristianos, la semana santa no es el recuerdo de un hecho histórico cualquiera, es la contemplación del amor de Dios que permite el sacrificio de su Hijo, el dolor de ver a Jesús crucificado, la esperanza de ver a Cristo que vuelve a la vida y el júbilo de su Resurrección.
La realidad
Dejando a un lado el significado eucarístico que los fieles cristianos le dan a semana santa, pasemos a la realidad, el significado que le dan los mazatlecos que no son no tan apegados a esta peregrinación y toman estas fechas como sinónimos de fiesta y arguende.Si bien es cierto, las iglesias mazatlecas son concurridas durante la semana mayor y la semana de pascua, pero qué decimos de las playas mazatlecas y la ocupación hotelera en la ciudad están en repunte durante estas dos semanas. Gracias al sentido que le damos los mexicanos a estas fechas y el aludir semana santa es decir “vámonos de vacaciones” o “vámonos de fiesta esta noche”, es como el puerto turístico de Mazatlán año con año se encuentra dentro de los primeros 5 lugares a nivel nacional hablando de ocupación hotelera; y qué decir de las derramas económicas que dejan los turistas en el puerto que gracias a ello, los empresarios y comerciantes se miran beneficiados. Desde los primeros días del inicio del periodo vacacional, se vuelve a vivir un ambiente “carnestolendo”. Los lugares más concurridos a donde acuden los fieles cristianos a conmemorar su fe, es a las principales playas y antros del puerto.
El malecón y las principales avenidas de la zona dorada tienen mucho auge por turistas extranjeros y nacionales e inclusive por esas fechas los habitantes locales pasamos a ser turistas del puerto donde vivimos por todo el año; los pinos, playa norte, cerritos, playa venados, son algunas de las playas que mas afluencia de visitantes tienen durante este periodo de “contemplación de Cristo”. Durante 15 días Mazatlán abre sus puertas a los visitantes para abrigarlos durante su estancia, brindando una serie de actividades y eventos, y no es precisamente celebraciones eclesiásticas, me refiero a la conmemoración del aniversario de la semana internacional de la moto, que es uno de los eventos detonantes para que haya una buena derrama económica en el puerto. Mientras una módica cantidad de personas se encuentra en algunas de las iglesias, la mayoría se encuentra siendo participe de la multitud que se encuentran en las playas; desde el malecón, si haces un recorrido con la mirada, se puede apreciar de valentinos hasta la playa norte, que la arena pasa a ser segundo, tercero o ultimo termino en el panorama, para pasar a ser sustituida por los colores chillantes que caracterizan a los diminutos trajes de baños que usan los bañistas y las tan coloridas sombrillas que hacen tapiz de las playas y en lo último que nos fijamos es en ese color relajante de la arena.
Los mazatlecos tenemos la dicha de tener como riqueza a las playas durante todo el año, pero es en “Semana Santa” cuando nos nace ese interés por acudir a hacer disfrute de ellas y formar parte del borlote de gente; es ya una tradición el caminar por la playa durante esas fechas y no encontrarte con la música de banda o los famosos “chirrines” que están ofreciendo sus servicios, y como ellos durante la caminata te encuentras con cientos de comerciantes a los cuales es casi imposible decirles que no y que con un regateo terminas comprándoles el producto. El sol, la playa, la música, los bikinis y el alcohol son elementos que no pueden faltar.
Por la noche
La circulación por la avenida del mar (Malecón), avenida Rafael Buelna y zona dorada pasan al reviente total por la gran cantidad de automovilistas, tal parece ser que en estas fechas, Mazatlán, por las noches vive un desfile de lujosos carros, el objetivo es demostrar quién trae el mejor automóvil o camioneta, en caravanas es cómo se hace la demostración de ello, y ni que decir de la semana internacional de la moto, que apreciamos caravanas de lujosas motocicletas.
Los bailes improvisados por la noche de jueves, viernes, sábado y domingo de la semana mayor, en las acentuaciones anteriormente mencionadas e inclusive hasta en camionetas avanzando, forman parte de estas festividades;
Sin duda alguna, se ha olvidado el verdadero sentido de la semana santa, y si bien, es un periodo vacacional, donde considero, debe de tratarse, de pasar ese lapso de tiempo en compañía de la familia, tratar de compartir momentos amenos que quizás durante otros meses del año, no se cuenta con el tiempo suficiente y quizás con los recursos suficientes para poder disfrutar; cada persona de acuerdo a su religión le da la debida importancia a “Semana Santa”, pero también debemos de darle importancia a no hacer abuso excesivo del alcohol, de no “despilfarrar” dinero que se batalla arduamente para conseguir y sobre todo, si somos mazatlecos hacernos consumo durante todo el año y no solamente durante estos 15 días, debemos disfrutar de las maravillosas playas que nos ofrece nuestro Mazatlán, cuidarlas y valorarlas durante todo el año.
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