Tomemos esta oportunidad y escribamos sobre los libros, ya que el día de ayer se celebró en todo el mundo el día del libro. Quizás entonces se pregunten ¿Por qué no escribiste esto ayer? Bueno, es que pasé el día junto a mis libros (je) Así que hoy toca hablar del tema. Pero no precisamente de los libros, sino de aquellas personas que hacen éstos posibles: Los autores.
Digan lo que digan algunos, aún cuando haya escritores que sólo son capaces de explotar una misma idea con distinto título (por ejemplo Meyers, Brown y Rowling), una de las mejores cosas de ser escritor es reinventarse continuamente. Y es que el ladrón se piensa que todos son de su condición. Y yo, como un valiente intento de escritor, siento vergüenza ajena al escuchar a personas que se hacen llamar a si mismos escritores (¡ja!) diciendo que un autor publica 3 o 4 libros –a lo sumo– en toda su vida, y que todos son del mismo estilo o la misma historia porque son incapaces de dar más de si mismos. Como si sólo tuvieran una idea por vida y tienen que explotarla al máximo.
Es tan, pero tan triste que alguien afirme algo así, que normalmente corto toda conversación con esas personas. Ojo, no por falta de educación, es simplemente que me ofende que haya gente que piense algo semejante, y que encima meta a todos los que escribimos en el mismo saco.
Simplemente no lo entiendo. No es que el tema en sí me afecte. Tengo la gran suerte de estar maquinando siempre ideas (algunas bastante estúpidas y bizarras y no siempre buenas, he de admitir, pero ideas al fin y al cabo) y de que ninguna, ¡Gracias Zeus! se parece a otra que haya escrito anteriormente. Y en caso de que alguna escena, idea, argumento, se parezca de forma sospechosa a otra que ya haya plasmado, busco por mar y tierra la forma de reinventarme y pensar en algo si no innovador, por lo menos si original. Y me da lástima ver que haya personajes que vivan en una burbuja donde son felices pensando que llevan razón acerca de escribir con personajes (o ideas) idénticos o historias con distinto adorno, pero iguales en esencia.
Porque puedes tener una idea tan increíble que las demás se queden un poco eclipsadas por ella, pero yo creo que, aún así, cada escrito tiene su encanto y no tiene por qué ser siempre lo mismo. Es ilógico pensar en ello, y he llegado a la conclusión de que, a lo mejor, se trata simplemente de que dichas personas sean incapaces de hilar dos historias totalmente opuestas, y se escudan en esto para no pasar vergüenza. ¡Quién sabe!
Con esto no trato de despreciar a personas que, a lo mejor sólo pueden escribir algo cada tanto tiempo. Las ideas vienen y van, al igual que las musas, y eso no es algo que nosotros decidamos (desgraciadamente). Hay gente dotada de más imaginación que otras, al igual que el estilo a la hora de narrar, la predisposición para hacerlo, etc. No tiene nada de malo. Pero no me gusta los que desacreditan a otros porque ellos viven esto de una forma, como si todos sintiéramos en la misma onda y a la misma intensidad, y se empeñan continuamente en hacer ver a los demás que su visión es la verdad absoluta.
Por esto me quejo. No me parece justo que la gente piense que los escritores pueden sólo redactar los mismos argumentos constantemente. Hay quien lo hará, y hay quien no. Así que, ¿por qué se empeñan en meternos a todos en el mismo saco para después golpearlo con fuerza?
Se debe escribir de todo tipo, aventurarse a todos los géneros existentes, no importa que puedas ser horrible en algunos pues el tiempo, la experiencia y sobretodo las lecturas te harán coger tu propio estilo.
Y es ahí cuando uno puede presumir de sus habilidades; decidir si prefieres seguir escribiendo para un mismo género o morir transmutando. No antes.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gritanos, queremos escucharte.